miércoles, 16 de enero de 2013


Análisis del Inconsciente, la técnica y el discurso capitalista

 


Hace miles de años el hombre sintió la necesidad de crear máquinas para que de una u otra manera contribuyeran con el desarrollo de la sociedad. Cuando se realizó los primeros avances indudablemente que la sociedad de aquel entonces no se equivocó. Conforme pasaron los años y los siglos se fueron perfeccionando y nuevas ideas se desarrollaron. Los más grandes científicos contribuyeron a crear nuevos y mejorados dispositivos que hoy en día gobiernan nuestra existencia.
Sin la máquina el hombre simplemente no existiera o su existencia fuera sumamente primitiva y difícil de llevar. Las máquinas favorecen la vida del ser humano, la hacen más llevadera, más oportuna, más fácil, y gracias a ello ha sido posible que se conozca tanto la historia de nuestros antepasados como el mejorar la vida de quienes actualmente habitan en el planeta tierra.
En la actualidad es impensable la vida sin los dispositivos o “extensiones del cuerpo” que conocemos como nuevas tecnologías de comunicación. El ser humano actual no podría vivir sin los celulares, computadoras, teléfonos, autos, etc., porque sin duda descomplican la vida y ayudan a que el ser humano reduzca esfuerzo para poder acceder a comunicarse con los demás.
Dentro de este contexto, los seres humanos dependen de los “servomecanismos”, palabra que la han atribuido varios autores para describir a los objetos que nos dominan o nos convierten en siervos de sus procedimientos y limitaciones. 

Para Braustein, autor del libro el “Inconsciente la Técnica y el Discurso Capitalista”, se refiere a los servomecanismos como “apéndices de los sentidos corporales y estaban a su servicio del mismo modo que los susodichos sentidos debían adaptarse al funcionamiento de estos artefactos que eran guardianes de la regularidad y detectores de las anormalidades mecánicas: “venían”, “medían”, “corregían” como siguiesen – y en verdad eran – “empleados”.[1]

Braustein hace un análisis de los distintos conceptos y aseveraciones que varios autores filósofos se han referido al conceptualizar la palabra “servomecanismos”.  Este razonamiento se refiere a que el ser humano se ha vuelto esclavo y siervo de los servomecanismos que lo rodean y rigen su quehacer, su vida, su trabajo, en fin, su desenvolvimiento en su entorno. El autor los cataloga como “objetos industriales tecnológicos producidos por la acción operativa del saber científico que suponen, de parte del usuario, un conocimiento práctico de sus usos y limitaciones y una obediencia servicial, por no decir servil, a su composición material y a las instrucciones para su manejo”. [2]

Braustein junto a los otros autores hacen referencia a los servomecanismos como extensiones del cuerpo humano, aludiendo a que son objetos que no podrían desprenderse de nosotros porque se convirtieron en una necesidad, hasta el punto de ser indispensable para el ser humano convirtiéndonos en esclavos de su dominio. Pero para la ciencia y la tecnología la palabra “servomecanismos se refiere a un compuesto, que viene de servus (siervo) y mecanismo (máquina) y hace referencia a ciertas máquinas que sirven de ayuda a otras más complejas. Un servomecanismo es una máquina que pude tomar ciertas decisiones al realizar un trabajo, claro que condicionado a un grupo pequeño de variables. Es muy común pensar que un robot es un servomecanismo pero no es así, un robot está compuesto por una serie de servomecanismos que en conjunto le dan forma. Así los famosos “brazos robots” que se usan en las fábricas de automóviles son en realidad servomecanismos”. (Mis Respuestas; http://www.misrespuestas.com/que-es-un-servomecanismo.html)

Es importante mencionar que al referirnos como servomecanismo a la tecnología, no quiere decir netamente que solo se refiere a medios de comunicación, sino también a otros instrumentos y utensilios que han sido usados y que en ocasiones se siguen usando o hasta se llegó a inventar otros, pero que es indudable la eliminación de los  mismos, porque no es algo que el ser humano desee. Al contrario son herramientas que contribuyen a su diario vivir, por lo tanto no hay forma de que se llegue a prescindir o desprender de ellos.  

Es indudable que la tecnología sea una extensión del cuerpo humano para desenvolverse mejor en el medio sin que afecte su progreso y desarrollo. Marshall McLuhan afirmó que  “Todos los artefactos del hombre, el lenguaje, las leyes, las ideas, las herramientas, la ropa y los ordenadores son extensiones del cuerpo humano...Todo artefacto es un arquetipo y la nueva combinación cultural de nuevos y viejos artefactos es el motor de todo invento y conduce además al amplio uso del invento, que se denomina innovación". [3]

Todo el escenario tecnológico conlleva ventajas y desventajas, puesto que no todo es negativo y por el contrario el progreso tecnológico ha traído grandes mejorías entre la población que habita el planeta. Innovación que mejora cada vez en el trabajo, el hogar, la escuela, etc.

Una de las ventajas que la tecnología ofreció a la humanidad es el internet y por ende la web. Para nadie es extraño que el acceso a la web haya producido avances e innovaciones impresionantes y que por obvias razones jamás se podría prescindir de ella, al contrario este avance tecnológico mejorará conforme el cambio de época y según el requerimiento y necesidad de la población. En el libro de Braustein, se comenta que “la web es un “servomecanismo” y el más avanzado entre ellos. En la medida en que es un conjunto dispar y heteróclito de informaciones, regulaciones, proposiciones doctrinarias y distribuciones jerarquizadas del saber – poder, organizada para servir a discursos contrapuestos y enfrentarlos entre sí por la dominación de las masas humanas a nivel planetario…” [4]

Por otro lado el internet “es un dispositivo y no uno cualquiera, sino aquel que absorbe con velocidad a la totalidad del saber, el que guarda en acto o en potencia las coordenadas temporales, espaciales e identitarias de todos y cada uno  de los usuarios de ese gigantesco “servomecanismo”. [5]

Según Braustein tanto la web como el internet son servomecanismos pero el internet funciona como un dispositivo para que este servomecanismo llamado web funcione. Este servomecanismo “si se le considera como un objeto o instrumento que sirve a sus usuarios pero a la vez los hace siervos de sus procedimientos y limitaciones”. [6]

La web es imprescindible para el ser humano actual, ya que mejora la comunicación entre individuos, permite comunicarse con miles de personas a la vez, es más eficaz, es el medio de consulta más recurrido por la población mundial, etc. El internet es una extensión de nuestro cuerpo del cual difícilmente el ser humano podrá desprenderse.

Entonces “servomecanismos” “son objetos industriales tecnológicos producidos por la acción operativa del saber científico que suponen, de parte del usuario, un conocimiento práctico de sus usos y limitaciones y una obediencia servicial, por no decir servil, a su composición material y a las instrucciones para su manejo”. [7]

Por lo tanto no solo la web y el internet entrarían en el conjunto de los servomecanismos, sino también las aplicaciones que los celulares poseen. Estos servomecanismos son máquinas que como lo afirma Braustein son “terapéuticas” porque esto implica el goce del cuerpo.

Ahora, es muy importante recalcar que quienes están más familiarizados con los servomecanismos son los niños y jóvenes de las actuales generaciones porque nacieron con ellos y por ende están habituados a los cambios e innovaciones que sin duda no será difícil el acoplarse. “Los niños son y serán según los servomecanismos que (los) manejan. El mandamiento actual para los padres en la civilización tecno científica es el de incorporar cuanto antes a sus hijos en la cultura cibernética. Sin eso, son retardados” [8]

Es indudable que al capitalismo o poder mundial le convenga que las futuras generaciones se conviertan en un suplemento de los servomecanismos puesto que para ellos será más fácil manipular y controlar a su conveniencia. Además los niños y jóvenes no están en la capacidad de decidir si quieren o no ser parte de los servomecanismos, porque nacieron con ello y por ende resulta innato en su desarrollo. Entonces al poder o dueños de las grandes multinacionales que fabrican estos servomecanismos les conviene continuar innovando y mejorando sus productos porque es seguro que cada vez la población los consumirá mas y dependerán mas de ellos.

Para Braustein los servomecanismos vendrían a ser extensiones de nosotros mismos o prótesis que son parte de nuestro cuerpo y por entre de nuestra cotidianidad, por eso no podríamos nunca prescindir de ellos. Pero ojo, según mi parecer es no poder despegarnos de ellos no quiere decir que sea algo negativo, al contrario es una manera de darle un nombre a lo que el hombre actual está viviendo en su entorno. No es algo perjudicial ni tampoco maligno para el ser humano, simplemente es una nueva era, una nueva época que conlleva cambios que el ser humano actual fácilmente se acopla.

Como definimos anteriormente a los servomecanismos como pequeñas máquinas que sirven de ayuda a otras máquinas más complejas para que funcionen. Entonces según Braustein y los autores que menciona en su libro, esta máquina más compleja vendía a ser el humano y las pequeñas máquinas son los celulares, la web, el internet, etc., que pasarían a ser prótesis de nuestro cuerpo. Y que si lo comparamos con una máquina, sin estos pequeños servomecanismos las grandes máquinas (ser humano) no podría desempeñar sus funciones, porque necesita de las pequeñas máquinas para que ayuden y contribuyan con su funcionamiento.

 Lo que el autor asegura en su libro es la realidad, aunque según MacLuhan afirma que dentro de la definición de servomecanismos “no podemos dejar de lado las pastillas para dormir o los libros que utilizamos para que nos de sueño al igual que la televisión hipnotizadora que se ve desde la cama”. (Braustein Néstor, 2012; 64)

Estos servomecanismos también se han convertido en parte de nuestro cuerpo, porque al igual que la tecnología son parte de nuestra existencia. 

 

El dispositivo

El dispositivo se quiere enmarcar dentro de la propuesta de servomecanismos que propone Braunstein, teniendo así algunas visiones de lo que significa el dispositivo en distintos contextos por diferentes autores, para luego terminar con un tercer elemento que es el discurso y que abarca a los dos elementos mencionados anteriormente.

Se entiende a los servomecanismos como instrumentos técnicos que prolongan la acción del cuerpo y de la inteligencia, ahora bien, el dispositivo es la organización del uso de estos equipos y aparatos al servicio del poder  y, por último, el discurso que es la integración del conjunto de aparatos y dispositivos  en una red compleja y formalizable.
Por una parte,  asocia este término con el de positividad que sería el conjunto de creencias, reglas, rituales que en cierta sociedad y en determinado momento histórico le son impuestos al individuo. Para Agamben el objetivo de Focault no sería el de reconciliar historia y razón sino de investigar los modos concretos en que las positividades o los dispositivos actúan en las relaciones, en los mecanismos y en los juegos de poder.
Agamben cree que el concepto de dispositivo esta dilatado de manera tal que comprende y engloba a todos los objetos de uso cotidiano desde un cigarrillo hasta una computadora, inclusive al lenguaje, de modo que en su libro ¿Qué es un dispositivo?, explica lo siguiente: “llamaré literalmente dispositivo a cualquier cosa que tenga de algún modo la capacidad de capturar, orientar, determinar, interceptar, modelar, controlar y asegurar los gestos, las conductas, las opiniones y los discursos de los seres vivientes. No solamente, por lo tanto, las prisiones, los manicomios, el panóptico, las escuelas, la confesión, las fábricas, las disciplinas, las medidas jurídicas, etc., cuya conexión con el poder es en cierto sentido evidente, sino también la lapicera, la escritura, la literatura, la filosofía, la agricultura, el cigarrillo, la navegación, las computadoras, los celulares y – por qué no - el lenguaje mismo, que es quizás el más antiguo de los dispositivos, en el que millares y millares de años un primate – probablemente sin darse cuenta de las consecuencias que se seguirían – tuvo la inconsciencia de dejarse capturar”[9]
Es así que aparecen dos clases, los seres vivientes y los dispositivos, pero entre los dos existe un tercero que son los sujetos. Los sujetos resultan de la relación existente entre los cuerpos vivientes y los aparatos. De cierto modo los seres vivientes suelen superponerse, pero no por completo, siendo así que un mismo individuo puede ser el lugar de multiprocesos, el usuario del móvil, el navegador de internet, el usuario de tablet, etc., tomando en cuenta la inmensa cantidad de dispositivos que han brindado el capitalismo.
Agamben dice que es esta misma fase de desarrollo extremo, la que ha permitido la acumulación y proliferación de dispositivos. Si bien es cierto desde la misma existencia del homo sapiens, hubo dispositivos, no descarta que hoy en día el hombre no este un solo momento de su vida, conectado, dominado o controlado por alguno de estos dispositivos.
Plantea además, que existe un problema entre los dispositivos y el ser humano, ya que se requiere liberar lo que ha sido capturado o separado por los dispositivos y volverlo de uso común: y eso de ningún modo puede ser algo simple.
Braunstein en su análisis asegura que para Agamben el lenguaje es el dispositivo maestro de todos los dispositivos. Entonces, todo acaba siendo dispositivo y al mismo tiempo, nada lo es.
Por su parte, Focault defiende su idea integrando la noción de dispositivo a la de las formas y las practicas de ejercicio de poder, algo que al igual que Althusser había confirmado años atrás.
Para Focault hay dos prácticas, las epistémicas (discursivas) y los dispositivos materiales que integran a esas prácticas del saber discursivo con las actividades no-discursivas. De este modo, los dispositivos cumplen la función de mostrar como las relaciones de poder llegan a ser las condiciones de posibilidad para la formación y la puesta en práctica política de los saberes.
En su libro Saber y verdad dice lo siguiente: "He dicho que el dispositivo era de naturaleza esencialmente estratégica, lo que supone que se trata de cierta manipulación de relaciones de fuerza, bien para desarrollarlas en una dirección concreta, bien para bloquearlas, o para estabilizarlas, utilizarlas, etc. (...) El dispositivo se halla pues siempre inscrito en un juego de poder, pero también siempre ligado a uno de los bornes del saber, que nacen de él pero, asimismo lo condicionan."[10]
Entonces, el poder es la categoría esencial en la doctrina de Focault que articula los temas dispersos de la filosofía, la epistemología y la historia de la ciencia con las prácticas disciplinarias y el ejercicio de la autoridad y de la fuerza. Es así, que la noción no toma sentido, sino hasta cuando el dispositivo se lo relaciona con el poder, con el saber y con la subjetividad y a todos estos se los integra con la gobernabilidad del hombre.
A su vez, este autor menciona que esta descripción tiene tres niveles de problematización: el dispositivo considerado como una red, la naturaleza de la red y el dispositivo y acontecimiento. El dispositivo resulta ser una red que se establece entre los elementos del discurso, entre las instituciones, decisiones, leyes, medidas, enunciados científicos, etc., entre lo dicho y entre lo no dicho. Al Igual que los Discursos de Lacan, los dispositivos para Focault no son nunca objetos empíricos, son siempre un producto de análisis histórico y filosófico que los aísla como redes de relaciones entre elementos heterogéneos.
Luego se sitúa al dispositivo como vinculo de los elementos heterogéneos. Entonces ese discurso puede aparecer como programa de una institución, como un elemento que puede justificar u ocultar una práctica, es decir, entre estos elementos discursivos o no, existe un juego de cambios de posición, de modificación de funciones.
Al final el dispositivo tuvo la función mayor de responder a una urgencia. Aquí Focault lo utiliza como un concepto general y en otras ocasiones para hacer referencia a las instituciones, disposiciones, discursos, procedimientos, reglamentos. Esto deja claro que un dispositivo no se reduce únicamente a prácticas discursivas, sino también a prácticas no discursivas.
Para Focault los discursos pasan a ser prácticas cuando los individuos captan o capturan  situaciones a lo largo de su vida. Focault utiliza el término dispositivo como sinónimo de institución y quizás sea uno de sus equívocos mas generalizado.
Deleuze a su vez, ayuda a comprender el sentido que le dio Focault al dispositivo, al definirlo como máquina para hacer ver y hacer hablar que funciona acoplada a determinados regímenes históricos de enunciación y visibilidad. Los dispositivos son procedimientos colectivos de enunciación, que funcionan directamente en los procedimientos maquinicos  y no se puede establecer una ruptura o un corte radical entre entre los regímenes de signos y sus objetos.
En el libro Lógica del sentido dice: “En primer lugar, es una especie de ovillo o madeja, un conjunto multilineal. Está compuesto de líneas de diferente naturaleza y esas líneas del dispositivo no abarcan ni rodean sistemas cada uno de los cuales sería homogéneo por su cuenta (el objeto, el sujeto, el lenguaje), sino que siguen direcciones diferentes, forman procesos siempre en desequilibrio y esas líneas tanto se acercan unas a otras como se alejan unas de otras. Cada línea está quebrada y sometida a variaciones de dirección (bifurcada, ahorquillada), sometida a derivaciones. Los objetos visibles, las enunciaciones formulables, las fuerzas en ejercicio, los sujetos en posición son como vectores o tensores.”[11]
Deleuze dice que el dispositivo es un organismo inestable, un entramado de líneas divergentes, sujetas siempre a cambios imprevisibles, a terremotos y tsunamis y sus contornos son difusos y cambiantes. La razón de ser de los dispositivos según Deleuze es la producción de subjetividades.

A su vez, Heidegger  entiende al dispositivo como  dispositivo de todos los dispositivos Focaultianos.  Se los toma como un conjunto que ensambla y gobierna el saber humano dentro de las estrategias de poder.
Heidegger llama al dispositivo Gestell que significa lo que es puesto y dispuesto, el marco, la montura, el soporte, la estantería.
En su gran ensayo La pregunta por la técnica dice: “A aquella interpelación que provoca, que coliga al hombre a solicitar lo que sale de lo oculto como existencias, lo llamamos ahora la estructura de emplazamiento (Ge-stell).[12]
Para Heidegger el dispositivo es un objeto útil, un instrumento que sirve para algo, por ejemplo una estantería de libros. Calificado de esta manera casi inaudita, esencia de la técnica moderna, no es en sí nada instrumental. Forma parte de lo técnico, como elementos que forman parte de un ensamblaje. El objeto técnico no es el dispositivo, sino que es las cosas producidas por el saber se integran en una configuración que le es anterior y exterior.
Braunstein menciona que justamente ese es el análisis que quiere destacar “una cosa son los dispositivos y otra son los objetos que el dispositivo pone en acción, tomando en cuenta al hombre que los usa y los opera”. Hombre y maquinas en el proceso de producción o en la vida misma son servomecanismos, múltiples e interactuantes, mientras que el dispositivo uno único, los enmarca, flota por encima de ellos, les asigna sus lugares y tareas. Los hombres no son los que utilizan el dispositivo sino los que son puestos a actuar en él y por él. Nuestro hacer y nuestro no hacer están en todas partes, de manera oculta o encubierta, provocados por el dispositivo.
Luego de tener las distintas visiones de lo que significa el dispositivo, se puede decir que el dispositivo no es una cosa entendida como sinónimo de máquina, es decir, algo que tiene el mismo uso y produce el mismo resultado, sino mas bien algo que se está reconfigurando a sí mismo, que de cierto modo, aprende y se va actualizando, por lo que produce distintos tipos de subjetividades en cada momento histórico. Luego, no todos los individuos circulan por una sola red durante el transcurso de su vida, ni hacen el mismo recorrido, pero en especial porque los efectos de poder que produce un dispositivo no le dicen al sujeto que hacer, pensar, ser, etc., a cada momento.
Los dispositivos quieren inscribir en los sujetos reglas y procedimientos, esquemas corporales, éticos y lógicos de orden general que orientan practicas singulares, conducen conductas dentro de un campo limitado. Estas reglas nos son obligatorias, sino que dependerán de cada situación del individuo, en el que el decidirá cómo usarlas.
Ahora es importante mencionar que no necesariamente se debe tener la idea de que el dispositivo debe estar ligado a la institución, sino que en una sociedad tecnologizada, predominan otros dispositivos como la televisión, los celulares, las distintas tecnologías de la información, las cuales ya no se enmarcan en el modelo del panóptico y las instituciones de encierro. Pero esta es solo una mirada, la cual puede que esta equivocada debido a que se puede considerar que los actuales dispositivos no reemplazan a los antiguos, sino mas bien se complementan.
Como menciona Agamben respecto a sus 'dispositivos' puede coincidir con la de Lacan cuando hablaba de 'lathouses', formas del objeto @ que se encuentran por todas partes en las calles y que son estos objetos producidos por la industria para satisfacer supuestas 'necesidades'. Objetos @, mejor dicho, semblantes del objeto @, objetos del goce.
Todas las concepciones de dispositivo, dan como resultado la asignación al dispositivo de la función de ordenar una serie de prácticas adecuando un buen funcionamiento dentro de un sistema más grande. El dispositivo produce la disposición de una serie de prácticas y mecanismos que ante una urgencia, tienen el objetivo de alcanzar un efecto.
Lo social funciona como un orden en el que las palabras, las cosas y los sujetos están asociadas de modo tal que no pueden ser definidas ni pensadas en relación las unas con las otras. De este modo Focault, Deleuze y Agamben describen al dispositivo como una red. Una red que se establece entre el discurso, la cosa y el sujeto.
El dispositivo puede ser la familia, la fabrica, el hospital pero también los son el celular, la televisión, la radio. Cada dispositivo tiene su función propia, pero entre todos estos forman una red de poder- saber que los articula. En esta época de cambios y de crisis de dispositivos, existe una coexistencia entre lo que va dejando de ser actual y lo que va deviniendo en actual, pero también implica que unos dispositivos no son reemplazados por otros sino que todos se integran dentro de una red.
Todo dispositivo tiene su historia, explica porque apareció, su funcionamiento, su crisis de la que resulta una nueva configuración del saber – poder y con ellos nuevas formas de experiencias.
Ahora, para que se quiere tener claro lo que significa dispositivo? la respuesta tiene que ver con la técnica misma, con la técnica de la argumentación. Es necesario tener claro lo que significa el dispositivo ya que mas allá de entender el la palabra poética, se debe de entender el discurso mismo.
El discurso se agrega a modo de una propuesta en palabras que viene a racionalizar lo ya existente y complementa la cohesión social ya existente, más o menos violenta, con el lenguaje integrando así un conjunto multilineal y dinámico.
Así como para Focault los dispositivos y para Lacan los discursos, estos no constituyen  objetos empíricos, son siempre un producto de análisis histórico y filosófico que los aísla como redes de relaciones entre elementos heterogéneos y es el conjunto  molecular de tales átomos integrados de manera variable.
Los dispositivos y los servomecanismos considerados una red o telaraña que todo lo cubre, los seres que la conforman tienden a perder sus diferencias a medida que se integran o se desintegran de ella. Desaparece el discurso capitalista que a la vez sustituyo al discurso del amo tradicional. Actualmente el discurso de de los mercados y de las sociedades de control no solo pretenden regular los actos y las palabras, sino también el deseo y los sueños.
Lacan claramente lo dice, cuando introduce la tercera variedad del amo, los mercados gobernados por el objeto que se dirige al sujeto y lo fuerza a producir los significantes amo que sirven a su conveniencia. Es así que en la actualidad se considera al hombre con el saber absoluto materializado en la amplia red de computadoras.

Erika Aguirre

Karina Villacis

 
Bibliografía:

  • AGAMBEN, Giorgio. ¿Qué es un dispositivo?, Éditions Payot & Rivages, París, 2007.
  • BRAUNSTEIN, Néstor. El Inconsciente, la técnica y el discurso capitalista. México. Siglo XXI, 2011.
  • DELEUZE, Gilles. Lógica del sentido. Barcelona, Barral, 1970.
  • HEIDEGGER, Martin. La pregunta por la técnica. Ciencia y Técnica. Santiago de Chile: Ed. Universitaria, 1983.
  • FOCAULT, Michel. Saber y Verdad. Ediciones La Piqueta, Bs. As, 1991.
  • MC LUHAN, Marshall. La aldea global. Gedisa. Barcelona,  1993.



[1] BRAUNSTEIN, Néstor. El Inconsciente, la técnica y el discurso capitalista. México. Siglo XXI, 2011, Pág. 38.
[2] BRAUNSTEIN, Néstor. El Inconsciente, la técnica y el discurso capitalista. México. Siglo XXI, 2011, Pág. 39.
[3] MC LUHAN, Marshall. La aldea global. Gedisa. Barcelona,  1993. Pág. 80.
[4] BRAUNSTEIN, Néstor. El Inconsciente, la técnica y el discurso capitalista. México. Siglo XXI, 2011, Pág. 27.
[5]  Ídem 4.
[6] BRAUNSTEIN, Néstor. El Inconsciente, la técnica y el discurso capitalista. México. Siglo XXI, 2011, Pág. 29.
[7] Ídem 6, Pág. 39.
[8] Ídem 6, Pág. 42
[9] AGAMBEN, Giorgio. ¿Qué es un dispositivo?, Éditions Payot & Rivages, París, 2007.
[10] FOCAULT, Michel. Saber y Verdad. Ediciones La Piqueta, Bs. As. 1991.
[11] DELEUZE, Gilles, Lógica del sentido, Barcelona, Barral, 1970.
[12] HEIDEGGER, Martin. La pregunta por la técnica. Ciencia y Técnica. Santiago de Chile: Ed. Universitaria, 1983.

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