miércoles, 16 de enero de 2013

Auditoria de la Comunicación


EVALUACIÓN DE LA COMUNICACIÓN
 
Con el paso de los años y frente al adelanto tecnólogo, informático, social y cultural, las organizaciones, empresas, instituciones públicas, partidos políticos gremios, asociaciones, etc., tienen la necesidad de relacionarse con sus públicos y su entorno y esto se plasma y se concreta a través de planes de comunicación eficaces y efectivos.

En cada una de las organizaciones públicas y privadas se ha visto necesaria la actividad de planificar y evaluar la comunicación, fundamental entre los objetivos de la organización ya que brinda respuestas como: qué me aporta, qué gana mi empresa, qué beneficio obtengo, etc.
Es por esto, que cada vez la comunicación debe ir tomando un rol estratégico y de dirección en cada uno de los procesos que se den dentro de la organización.
La comunicación en las empresas debe trabajar desde una perspectiva estratégica visibilizando y poniendo como meta el logro de objetivos medibles tanto cualitativa como cuantitativamente.
En la mayoría de los casos, los profesionales de la comunicación se sienten presionados técnicamente ya que sus resultados se basan en medición de cobertura y difusión en medios de comunicación; y muchos de estos casos si no es en su mayoría responde a que los directores, gerentes y encargados directos de la organización creen que ese es el único trabajo y el único medio con el cual se mide el buen desempeño del departamento de comunicación.
Las actividades del área de comunicación son variadas y están relacionadas directamente con todos los departamentos o secciones de la empresa y es por esto que si no se analizan sistemáticamente los resultados de las acciones comunicativas, resulta muy difícil conocer porque algunas acciones funcionan y otras no.  
Es importante y necesario ir mas allá de la valoración cuantitativa, para hacer una valoración cualitativa de la comunicación en la que exista una coherencia entre las políticas del plan y las actividades que se realizan.
Entonces, la evaluación de la comunicación, nace de un primer punto que es la elaboración de la planificación, en la que se encuentren explicados los objetivos, metas, políticas, estrategias, tiempos, indicadores, etc., que nos permitan llegar a un análisis sustancial en la evaluación de resultados esperados,  y es aquí,  en donde se puede observar el impacto que produce en términos de objetivos alcanzados.
La medición de la gestión de comunicación es justamente eso: la medición de la eficacia  y la eficiencia de esa gestión; siendo eficacia la capacidad de alcanzar objetivos y eficiencia, la relación entre el resultado alcanzado y los recursos empleados. El comunicador es un manager, por lo tanto debe, al igual que sus colegas de las demás áreas (financieras, de recursos humanos, de producción, ventas, etc.),  medir su gestión para saber si está haciendo bien su trabajo; si está optimizando los recursos; si la relación costo‐beneficio es favorable; si está logrando sus objetivos y si está mejorando o no respecto a su gestión anterior.[1]
La gestión no mide sólo el output de la comunicación en términos de índices de repercusión mediática o estándares similares. Mide además el uso de los recursos (financieros, de personal, de tiempo) y la satisfacción de los públicos (internos y externos). Ritter sostiene que para ello es preciso focalizar las distintas acciones que se desarrollan en la organización en relación al objetivo estratégico de la misma.
Los comunicadores deben tener en cuenta que para empezar con un buen trabajo deben estar alineados, conocer, comprender y dominar las lógicas de gestión adoptadas por la organización en concepción de resultados y así convertirse en actores fundamentales de la dinámica organizacional y en los procesos de integración técnica y disciplinaria.
El rol del comunicador además debe enmarcarse en el amplio trabajo de comunicación en cuanto a gestión propia, acciones, herramientas, técnica, instrumentos y sobretodo resultados que los transforme en el vínculo entre su área y los objetivos generales de la organización.
Su trabajo debe ser técnico en cuanto a la aplicación de acciones concretas y estratégico en cuanto a su intervención en los niveles de decisión gerencial.


[1] Álvarez, Alejandro. Medición y Evaluación en Comunicación, Instituto de Investigación en Relaciones Públicas, España. 2011

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